La comunidad indígena de los Kichwa Puruhaes vive en las tierras altas de los Andes Ecuatorianos, alrededor de los lagos de Ozogoche. La vida allí es dura y se caracteriza por una naturaleza árida; los lagos se están secando lentamente. Una vez al año, la comunidad espera la llegada de las aves Cuviví, que realizan un largo viaje desde Norteamérica para suicidarse colectivamente a su llegada y zambullirse en las aguas heladas de los lagos. El acontecimiento se acompaña de celebraciones espirituales; los antepasados han transmitido que los lagos encantan y atraen a los Cuviví como si fueran una persona que los llama y seduce. 

Con impresionantes tomas de paisajes, Joe Houlberg Silva acompaña su retrato de los Kichwa Puruhaes en este documental tranquilo y poético, donde se realza la falta de perspectivas de la minoría indígena, debido principalmente al cambio climático y a la falta de trabajo remunerado. En contraste con el movimiento migratorio de las aves Cuviví, cada vez más personas de la comunidad abandonan sus hogares y se embarcan en el incierto y peligroso viaje hacia el norte. Una película visualmente impactante sobre los orígenes, la tradición, la identidad y el futuro.